Las Google Glass, más allá del hype que lo envuelve, es un dispositivo difícil que en unos minutos te entusiasme completamente. El dispositivo tiene que ajustarse bien a tu cabeza y el visor “Glass” a la altura de tu ojo derecho. Aviso para miopes, si os quitáis vuestras gafas no veréis a través de él, así que toca ponérselo encima de las Glass al más puro estilo nerd o usar lentillas.
Se nota muy ligero, poco más que unas gafas convencionales, aunque esté sin cristales, sólo una gran patilla lateral donde reside el procesador, memoria y la batería de la parte trasera. Todo el mundo dice que hay que acostumbrarse, pero de primeras notas que tienes un cuerpo extraño en forma de cristal grueso que estorba para mirar por el ojo derecho, aunque la información que te ofrece es increíble. Poder ver vídeos, imágenes, hacer búsquedas, mandar mensajes, recibir indicaciones GPS o mantener un Hangout con tus contactos de Google+.
Fuente: Xataka Android
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